30 de enero de 2014

Porquería

Con tantos "por qué", acabé hecho una porquería

Foto: "Don´t let me be misunderstood", de Brian Day

4 comentarios:

  1. Es cierto, los "por qué" nos corroen el cerebro y casi nunca tenemos respuestas...
    Es preferible preguntarnos "para qué", hay una sutil difrencia, porque inmediatamente esa pregunta nos traslada a algo que tiene que ver con nuestro accionar... y entonces podemos sorprendernos al darnos cuenta de para qué hacemos, decimos, pensamos tantas cosas.
    Muchos saludos.

    ResponderEliminar
  2. Tienes toda la razón... al final, siempre actuamos por las consecuencias, el pensamiento ocioso es una decisión. ¿Para qué hacemos lo que hacemos y nos instalamos donde nos instalamos? Supongo que es supervivencia: nos quedamos allí donde nos sentimos más seguros... Abrazo, Mirella!

    ResponderEliminar
  3. Una visión muy original!!qué mejor limpieza que descifrar interrogantes!

    ResponderEliminar
  4. Desde luego, Mónica! Prescindir de lo que sobra, lo que no aporta más que preguntas y enredos sin solución, y valorar lo que realmente queremos ;)

    ResponderEliminar