29 de diciembre de 2016

El día en que Lur fue una bolsa de plástico

Corren las seis de la tarde. Un joven rumano, con su voz grave al móvil, se acerca a leer un papel a la puerta de una casa. No es una oferta de trabajo, es una nota con letras infantiles que caen en el papel sin entender de líneas rectas. As visto a mi perro? Se llama Lur y se a perdido. Si lo encuentras, vive en esta casa. Gracias.

A esas horas Lur ya ha sido varias bolsas de plástico a merced del viento, una masa rocosa blanca entre maleza y las piernas de una señora mayor caminando entre matorrales. Y por supuesto, otros perros corriendo por el verde, sin preocuparles lo que pasa alrededor.

Un perro muerto. Algo así me parece escuchar a unos críos que se juntan en la pista de fútbol. Miro al fondo, que hay un bulto grande y blanco al pie de la valla. Tampoco.

Ya he recorrido todo el pueblo y he salido a la carretera nacional buscando señales de atropello a un animal.

Me llaman. Lur ha vuelto a casa. Está contenta y parece que quiere contarnos muchas cosas. No puede escribirlas en una nota de renglones torcidos pero no parece importarle. Con soltar el mensaje a su modo, le basta.

15 de diciembre de 2016

Inventario

Tengo
un libro prestado,
un reloj parado en un adiós
a bocajarro
y un paisaje precioso
que guarda una foto
disparada por tus ojos

13 de diciembre de 2016

Sueñan

Sueñan dos gatos en el tejado,
como un doble check grisáceo,
la noche y su eco
de corazón deshabitado

9 de diciembre de 2016

Pintada

Lo bueno de echarte de menos es que lo pinto todo con tu nombre.
Lo malo es que yo pinto muy mal.

5 de diciembre de 2016

Mi refugio

Anido entre tus ramas que me salvan
del goteo punzante de la duda,
acarician mis carencias y mis faltas
son cariño en las entrañas de la vida

4 de diciembre de 2016

Pintarte

Te pienso en silencio
como pinta con sus hojas el otoño
al invierno

Sin previo aviso

Sobrevivieron unas cuantas mariposas
de vez en cuando aletean un recuerdo
que se estrella
en la pleura de mis imposibles

1 de diciembre de 2016

Tormenta

Cada palabra golpeaba mis ventanas
y se juntaba con las otras cayendo,
empezando esta noche que no acaba

¿Qué hora es?

Estoy en su mirada color atardecer. A veces visito esas horas que se han ido, a veces soy su noche temblando sobre la piel