31 de enero de 2014

Estar y no

"Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos olvidados en la mesa. Confiaba en que iba a cumplir lo prometido antes de comer y sería ella quien los recogiera. Pero prefirió centrarse en la carcajada que Lagun le acababa de arrancar del alma, como antes arrancó su cuerpo de la mesa, y no en esa maldita enfermedad"

Es mi microrrelato para el concurso de Relatos en Cadena, en la SER, de esta semana. Debe empezar por "Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos"

30 de enero de 2014

Me basta así (Ángel González)

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.
(Ángel González)

Porquería

Con tantos "por qué", acabé hecho una porquería

Foto: "Don´t let me be misunderstood", de Brian Day

Sant Felip Neri

Tal día como hoy, en 1938. El fascismo no lograba imponerse pasado año y medio del golpe de Estado y decide incrementar los bombardeos sobre población civil. Una de las bombas de Mussolini cayó en la mágica plaza Sant Felip Neri de Barcelona, que cambió su espíritu para acoger el de decenas de niños que jugaban con ella

28 de enero de 2014

Si...

Si todo es el fruto de lo que otros pensaron
y solo se explica mirando hacia atrás,
somos lo que imaginan de nosotros,
sus propios cabos sueltos por atar.

Y me veo en tus ojos y me esfumo en tus labios.
Si pienso qué soy, no lo sé, la verdad.

Sé que tampoco es para mí la nada,
no importa si me quieres abrazar,
quizás mi única batalla ganada
es que a tu lado me quiero quedar.

27 de enero de 2014

Catarsis

Ha sonreído al verme
y el mundo ahora es mágico
como el horizonte de un niño.

Imagino,
revoloteando,
una mariposa
que se mira en el río.

Cada mañana despierto
en una sonrisa
y empieza mi sueño.

Hasta que un día,
el menos pensado,
el mismo sabor
de otras veces.

Nevera vacía,
estruendo sordo
en la angustia de siempre.

Crece el niño de repente
y todo está en su sitio,
que no es el mío.

Pobre certeza:
me encuentro solo
porque
me perdí contigo.

Era a ti
a quien sonreías.
Y el río continúa
sin mariposa
en que verse.

22 de enero de 2014

Hoy (microrrelato)

Preparaba en su agenda las tareas del día siguiente cuando comprobó que no había nada anotado en el día anterior. Si tuviera pareja, le estaría preguntando qué estuvieron haciendo. Un día se le podía haber esfumado si tuviera una afición o una inquietud. Si hubiera quedado con sus amigos, se acordaría de una charla con un café o unas cervezas. Pero el 21 no dejó rastro alguno. Un día desaparecido. ¿Por qué nunca lo había oído en la televisión o en la radio? Comprendió que esa agenda no empezaba días sino que los enterraba. Los muros no se levantan desde lejos, se levantan con las propias manos, piedra a piedra. Así que decidió recuperar su día. Abrió la puerta, y defendió cada espacio de su calle como cada respiración. Recorrió los silencios que acercan los rótulos luminosos y aceptó la promesa que esconde cada rostro. Devolvió el saludo a una hermosa luna y no pudo evitar bromear a un niño curioso y ya desorientado. Carcajadas de ladrillos rotos dibujaron la sonrisa de la muchacha de la tienda de ropa.

21 de enero de 2014

Amanecer (microrrelato)


Corrí todo lo rápido que pude, como un galgo que acababa de comprender la intención de sus amos. Caí rendido, y sin aliento pasaron incontables horas. En un lento proceso pude sentir cómo crecían raíces de mis patas inmóviles. Entonces creí ser un árbol robusto y sereno. Podía hablar con la tierra y compartir con ella los rayos de Sol y el agua de la lluvia. Me ofrecía sus nutrientes y yo la acariciaba con mis hojas, ayudado por las aves a las que abrigaba. Un día llegaron sierras, excavadoras y mantos de asfalto lapidario para dar paso a una nueva autovía. Fui desgarrado definitivamente. Desconozco cuánto tiempo pasó. Solo sé que, antes incluso de mirar, debía levantar el vuelo. Con las otras aves observé los hermosos paisajes, disfruté las emocionantes artes del cortejo y me entregué a los vientos y sus caídas. Hasta que aquel certero estruendo trajo un silbido que ardía sin remedio. Pasó otra larga noche hasta que desperté entre pétalos que rebosaban color y estambres de delicia escondida. Una tarde fatídica, enredada en juegos de niño que no comprendí, acabé desgarrando parte de mi cuerpo. Ahora solo siento el frescor en mi pie derecho, que asoma insolente y sin sábana. Todo lo demás se fue contigo.

“Que la gota reside en el océano, todo el mundo lo sabe;
pero que el océano reside en la gota, lo saben muy pocos” (verso indio)

20 de enero de 2014

Amor

Amor fue mirarse en un espejo roto.
Reconstruirnos,
un camino que empezó contigo
y acabó conmigo

16 de enero de 2014

Mueren y nacemos

A Susana

Saludé a la mañana con el rocío en mis ojos. Para empezar, y entre nosotros, la imagen de una hermosa perra. Aunque yo solo viera una mirada llena de ternura forjada durante años al calor de inmensos corazones humanos. La noticia de que se había apagado para siempre.

Estamos condenados a vivir. Y sabemos que, para que merezca la pena, tenemos que amar, entregarnos, vernos en el otro. Pero, a poco que pongamos los sentidos, comprenderemos el sueño del paisaje dormido, el susurro de las hojas del árbol sereno o el canto alegre en pleno vuelo de las aves diciéndonos “yo soy tú”. Aplicado a nuestra no tan estúpida individualidad quiere decir “todo lo que tienes ahora, un día, desaparecerá". Es un peaje del que nadie escapa. Estamos hechos de despedidas y promesas. De todo y de nada. Con puntos y aparte que hemos de seguir en el mismo renglón.

Cuando un perro nos acompaña en la aventura nos enseña mucho. Le ves enterrar las cosas que aprecia, dejándolas a un lado para amarte sin condiciones, sin esperar nada a cambio y sin pasar la factura después. Nosotros no captamos el mensaje y enterramos el amor para poder darle nuestro tiempo y nuestras condiciones a las cosas que apreciamos. Haciendo balanza de lo que damos, guardando rencores y quejas, planificando en las posesiones y los afectos.

Ellos celebran, siempre, que aparezcas. Y cuando estás con ellos celebran la lluvia, el paseo de siempre por el mismo sitio, los nuevos olores aunque sean de mierda o tu compañía aunque ese día no les aporte absolutamente nada. Porque viven en un ahora que siempre es distinto, pero portando el mismo amor. Es lo único que reclaman y a lo que jamás renuncian. Uno no sabe lo que es no pedir nada a cambio hasta que no convive con uno de estos nobles animales. Y solo cuando se van aquellos a los que quieres comprendes que estas lágrimas son la única escalera hacia el cielo que ellos inventaron. El cielo que nos salva cada día y en el que se quedarán siempre.

“Cómo desearía que estuvieras aquí.
Solo somos dos almas perdidas
nadando en una pecera
año tras año,
corriendo sobre el mismo viejo suelo
¿y qué hemos encontrado?
Los mismos miedos de siempre.
Ojalá estuvieras aquí”
(Wish you were here, de Pink Floyd)

14 de enero de 2014

Desperté

Desperté
y no estabas.
Ni una palabra
a la que aferrarme.
Tu mirada no esconde
un abismo
sino un argumento.
No es la luna
de mi noche,
son dos ojos negros.
Hay un armario nuevo
que abro
y desparrama errores.
Mi cuerpo descansa
sin echar de menos
y ya no me dueles.
Y fuera es invierno.

13 de enero de 2014

Disparando a mi aire

¿Cuánto hay nuestro en nuestros actos, si todo es aprendido de otros?
¿Por qué solo cambiamos cuando no nos va bien?
¿Cuándo pensamos para hacer y cuándo para justificarnos?
¿Cuándo te acercas a mí para arreglar algo de ti?
¿Es el interés en desamar igual al interés en amar?
¿Cuánto pesa la apariencia en la balanza de tu serenidad?
¿Cuánto de lo que amas es porque necesitas creerlo?
¿Cuánto has dejado de ser en este rato y cuánto sigues siendo mi recuerdo?

Si veo este drama en tus ojos, si sientes el vértigo de estar vivo, si comprendes que incluso la Lógica está de paso y mañana será otra, en otro lugar... eres la respuesta a la única pregunta que no sé formular.

“Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades”
(Celaya)

12 de enero de 2014

Gravedad

Ojalá pudieras decirme que no me quieres. Leo esta frase en una conversación escrita hace dos años. Y que solo la casualidad me haya hecho recordar ese momento me hace sentir cruel.

Nos creamos en el otro. Compartimos un centro de gravedad para elevarnos juntos. Pero la gravedad está por todas partes. A cada paso atraen otras vidas y en algún momento caemos. Erigimos otro centro de gravedad cuando alguien nos ayuda a recomponer los pedazos y a recuperar lo mejor de los dos.

Sin dejar de orbitar alrededor de nuestras punzadas.

"...desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo"
(Benedetti)

10 de enero de 2014

Enero


Después de todo, ya solo me dan frío los signos de interrogación.

“A veces llueve y te quiero. A veces sale el sol y te quiero. La cárcel es a veces. Siempre te quiero” (Galeano)

9 de enero de 2014

Las grandes cuestiones


LHC es el nombre del mayor hito científico del ser humano. El “gran colisionador de hadrones” se creó para comprender de qué está hecho el universo o cómo interactúan las partículas. Para ello se lanzan protones a 7 teraelectronvoltios a lo largo de un túnel y se estudia el resto que dejan tras chocar entre ellos.

LHC son también las iniciales del hombre que murió el domingo pasado dentro de una alcantarilla. Esa fue su respuesta a la palabra “cáncer”. En su huida encontró otra partícula elemental, esto es, otro ser humano, indigente de carrera. El choque de partículas que se produjo en esa tubería dejó como resto un amigo.

El amigo nunca supo de su enfermedad. Su familia tampoco. Y, a pesar de no contar con un túnel de 27 kilómetros de perfecta circunferencia, podemos imaginar que él se negó a convertirse en “cáncer”. Que sus familiares gastasen su pensión y su tiempo en otra cosa. Y así pasaron cinco años.

Lo único que saco en claro es que el conocimiento no nos sirve de nada sin antes comprender la palabra más hermosa que hemos inventado: “tú”

8 de enero de 2014

Sueño

Todavía dormían las calles, mecidas por el movimiento escondido de un sueño gatuno. Hacía rato que los edificios habían dejado de quejarse y los coches se habían rendido al Silencio. Y de repente un beso. Volvieron todos los besos. Al amor miraban las nubes y los árboles de la avenida. Y los gritos de los niños y el gruñido del viejo. Tus ojos. De todas maneras, quizás solo es un beso. Quizás como todos los besos y va siendo tarde. El gato se recuesta de nuevo. Todavía duermen las calles.

Naturalezas


Ella vive sumergida en Wii, DSi, PSP, ultraportátil, ipad, redes sociales virtuales, smartphone... y su mirada de extrañeza será parecida a la de la ballena preguntando por qué se acabó el mar tan pronto.

Al viento



Creyó ser parte de una rama amarrada a un fuerte árbol. Un árbol que abraza con suavidad las entrañas mismas de la Vida… y ahora anda descolocada como la tilde sin su acento. Allí donde no hay mejor hogar que su recuerdo.

Lágrimas

Me pregunto sobre el verbo tener. Si es la madre la que tiene una hija. Si es la hija la que tiene lágrimas en los ojos. Si acaso son las lágrimas las que tienen niños pobres.

Las lágrimas son caminos. Caminos que nos llevan y caminos que otros nos tienden.

Roamsa

15 de septiembre. Me despierta la violencia de ver a un chaval joven, con sus pantalones arreglados, su polo decente y su mirada aún sana, encadenado a un semáforo que le dice cuándo ofrecer paquetes de kleenex.

Escarbando entre píxeles para esconderme un ratito me encuentro con las vidas que se apagan en la Araucania. En homenaje a las tierras en las que nacieron y nacerán, quieren hacer suya la muerte. Sobre todo cuando el derecho a la propiedad de los ricos se impone con balas de UZI, como las que atravesaron la espalda de Matías Catrileo.

Las empresas de información no hablan de ello porque Endesa construyó allí una gran presa. Con esa energía disparan a los mapuches y generan directivos y accionistas. Accionistas de, por ejemplo, empresas de información.

Prefieren hablar de la orden del gobierno francés para detener y expulsar a los inmigrantes pobres. Y mostrar la solución: la Comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales de la Comisión Europea habla de que “se le está acabando la paciencia”. Palabras dignas de un personaje de nombre Viviane Reding, que incluso da un golpe en la mesa para asustar a su acomodado atril. Cuando se acabe su paciencia iniciará el procedimiento sancionador consistente en el envío de cartas recordatorias. Y cuando se acabe su otra instancia de paciencia lo denunciará ante el Tribunal de Justicia, que puede tardar en tomar una decisión meses o incluso años. Macabro juego el de los gestores del sistema.

Echo un ojo a lo que cuentan aquí, donde un gobierno socialista está estableciendo una nueva sociedad sin tejido productivo y con empleo precario y escaso. Pero el titular busca un enemigo externo que haga pequeños nuestros problemas: “España debe permanecer en Afganistán hasta que acabe la violencia…”

Necesito seguir buscando la esperanza en el ser humano. Me gustaría creer que yo soy otra cosa en medio de este estercolero. Y encuentro a Roamsa. Tiene 12 años. Vino a España a pasar el mes de julio por la labor de una ONG. Solo tiene una capacidad de visión del 3% y su ceguera no tardará en ser total. Su problema podría ser solucionado en un hospital cercano, pero allí no hay sitio para una niña palestina. Solo curan a los que viven en esas casas que apenas puede localizar en su esforzado horizonte de campo de refugiados. Son los mismos que hicieron que el recuerdo de su padre sea un día triste y eterno.

Por un momento caigo en la tentación de pensar que quizás sea un privilegio ver solo un 3%. Pero convertirte en una víctima del sistema no acabará con el sistema. Y la ignorancia no nos permitiría sentir a Roamsa.

Descubrir


Los grandes momentos de la existencia son los momentos en que descubrimos algo nuevo. Y el día en que no sintamos curiosidad ni ganas de cambio será cuando esa vida, que nos prestó un ratito, nos señale con mirada compasiva que debemos dejar paso.

Como seres con conciencia de sí mismos estamos hechos de palabras, propias y ajenas. Oídas y por escuchar. Pero hay un secreto que huye de los ojos conscientes porque no puede ser expresado con palabras. El secreto que parece haber comprendido, con un escalofrío y algo de miedo, este gatito que vive liberado de la prisión que es la conciencia de sí mismo. Viene a decir que la imagen que creemos tener es tan nuestra como el pato que nada en el estanque o el caballo que corre por el monte. Como la dalia que crece libre o el gusano que toma alimento. Como el beso que nos salva. O la ardilla saltarina. Un día tendremos sus ojos sin saber que los tenemos. Porque todo fluye y estamos de prestado. Porque ese día es hoy, aunque nos escondamos detrás de este personaje social y la historia individual por la que le arrastramos, encadenados a su enorme bola, donde lleva escrita la palabra “tener”. Tener para renunciar a ser más. Un día despertaremos del sueño y nos olvidaremos de todo esto. Y pasaremos a ser todo, como siempre ha sido, a pesar nuestro.

Salvado

 
 Le levantó cuando estaba cayendo.

Venció a su propio egoísmo con una fuerza invisible y nada reconocida. Eso no le importó, porque solo quería acercarse. Mirar. Y le miró y le escuchó hasta verse y no saber quién era quién.

Y así fue como me levantó cuando estaba cayendo.

Amares


Se ama mientras se puede. Sin más por qués que un porque sí. Sin mañana. Sin esperar. Sin saberlo. Sin congelar para otro día. Lo contrario es desamar. Eso ya es para toda la vida.

Víctimas

El viento se lleva las hojas más débiles, que nutren de colores los paisajes.

Impone su ley sin saber que el árbol aguarda su momento y que en la derrota siembra la semilla de la esperanza.

Y del suelo nace de nuevo la vida asesinada, las palabras silenciadas, el abrazo eterno de quien quiere.

Ahora

Huele a salchichas ahumadas. Con patatas fritas. Ketchup. La pareja que está concursando en la tele invita a bromear a papá con cada frase. No quiero que llegue mañana. Mañana volverá a ser de ese señor de nombre impronunciable.

El viajero

"Ordenaron colocarle una venda en los ojos y le hicieron caminar unos pasos. Colocaron en sus manos una barra. Los que miraban no podían disimular sus nervios. Él empezó a dar golpes al aire. Buscaba una figura deforme, a un par de metros suyo. Cuanto más se acercaba, más gritos. Más risas. Del primer impacto nació un grito común, con el que unieron sus almas al interior de aquella cosa. Al segundo, brotaron objetos de todas formas y colores, que la multitud se acercó a descubrir, tocar, comer... Desde aquello, no he vuelto a ver esa expresión en sus caras"

Último tren

"Es normal que alguien que pasa sus días en soledad se sienta incómodo ante tantos ojos curiosos. Pero también que uno sienta curiosidad por saber qué está haciendo un anciano solo en el andén. Hoy en él brilla algo más que el anillo que juguetea entre sus dedos nerviosos. Lleva mucho rato en la estación, viendo pasar niños a los que parece darles miedo la vejez y adolescentes que la miran con insolencia. Pero él no abandona el andén de la vía 2, la que lleva a La Coruña. Por fin se detiene, emocionado. Una pareja joven aparece, de la mano, con sus maletas, dispuesta a tomar ese tren. Ahora que ha de despedirse, su ilusión es ver cómo todo vuelve a empezar"

Armaggeddon

Si viniera un extraterrestre no haría falta que te aniquilase con un arma indescriptible. Seguramente te presentarías con tu nombre y tu mejor pasado, pero él solo vería un montón de organismos emitiendo ruido. Por cada célula nuestra portamos diez bacterias. Nos vemos como un organismo, pero en realidad somos unos 100 millones más. Te seguirías esforzando para que reconociese tu personaje sobresaliendo por encima de los otros mientras él, respondiendo amablemente a tu esfuerzo, solo lograría comprender que eso que habla no es más que una construcción social. El reflejo de la batalla entre distintos grupos sociales sobre el fruto concreto de otros espejos que te dieron forma. Si te colocaran en otro tiempo y en otro lugar, responderías de otra manera ante las mismas cosas.

El extraterrestre no ha venido. Quedas tú.

7 de enero de 2014

Nocturno

La noche es también un recordatorio. Nos recuerda que estamos hechos de polvo de estrellas. Estrellas formadas por otros mundos ya apagados, consumidos en el tiempo y diluidos en nebulosas que giraron entre sí para dibujar esos cuerpos brillantes que acaban por explotar y expandir de nuevo materia para la vida. Que todo acabe para que todo vuelva a empezar.

Y así, lo que nos acaba, nos une.

Soledad

Desperté y su ausencia te seguía mirando

Pasmado

Ella le notaba más distraído que de costumbre. Ya no se fijaba en su pantalla plana, en sus 42 pulgadas o en las especificaciones técnicas que les llenaban de orgullo los primeros meses. Hasta que apareció su mujer para decir, con tanta tranquilidad como violencia, “hasta mañana”.
“Es culpa tuya”, le dijo con sus colores más vivos.

Haiku

Todo lo que fui
en tu mirada busca
lo que quiero ser

Vuelvo

Vuelvo
a esta fría estación
que me vio partir.
Al lugar
donde duermen
las palabras que nunca dije.
Ya puedo ser la nube
que acaricia a la montaña,
la ola que juega con la roca
hasta desaparecer,
dibujo una calle
con mis ojos de gato
y sueño que te volviste
para mirarme
por última vez

Desarmado

"Las mismas palabras
que ayer me hacían
se desenredan
y te buscan..."

Parte I

Durmió a sorbitos de quince minutos, como si no se fiara del día que venía.
Despertó, empujado violentamente por la urgencia de sus besos.
Intentó sin éxito acurrucarse en la frontera de su soledad.
Empezó a buscar entre las palabras que conocía, intentando cercar a su enemigo.
De ésta ya no salgo, pensó, antes de prepararse el café de siempre.