7 de enero de 2014

Pasmado

Ella le notaba más distraído que de costumbre. Ya no se fijaba en su pantalla plana, en sus 42 pulgadas o en las especificaciones técnicas que les llenaban de orgullo los primeros meses. Hasta que apareció su mujer para decir, con tanta tranquilidad como violencia, “hasta mañana”.
“Es culpa tuya”, le dijo con sus colores más vivos.

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