17 de marzo de 2014

Enredado

Enredaba pensamientos
entre las sábanas
cuando uno de ellos
se revolvió,
huidizo,
le miró a los ojos
y le dijo
Deja ya de buscar excusas.
Trató de colocarlo en su sitio,
pero de ese sitio
surgió otra presencia
pidiendo
que pusiera el tapón
en el desagüe de las angustias.
Descolocado,
pudo sentir una voz
ya apagada
reconociendo
que hacia ese desagüe vamos todos
pero también ellos
habían ayudado
a alejarle de allí
desde el principio.
Empequeñecido,
convertido ya
en una de esas voces,
te pide que sigas
ese maravilloso legado.

2 comentarios:

  1. A veces nos enredamos con nuestros pensamientos, con o en ellos, y en ocasiones debemos hacerlo o de lo contrario no podemos continuar haciendo el camino.

    Un abrazo Andoni

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  2. El apasionante universo del pensamiento, Sofya... uno nunca puede saber cuándo está pensando para actuar, para comprender o para justificarse. Quizás el pensamiento solo es la reacción para que todo quede como está, con el sujeto "que piensa" en una situación aceptable, dentro de la maraña de factores que dibuja el tapiz social en que nos movemos.

    Otro tema es cuánto hay de nosotros en todas esas voces que nos hablan... ¿son nuestras o seguimos siendo un niño que juega y se defiende con todas las voces y presencias que le han ido cayendo?

    Abrazo! :)

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