22 de enero de 2016

Diego

Diego descubrió demasiado pronto que una misma calle lleva a sitios distintos. Y demasiado pronto quiso encontrar su propia salida.

A nosotros nos lo contó su muñeco Lucho. Como la ventana anunciando a Diego, su nota retrata nuestra sociedad. La rectitud del padre, los cuidados de la madre, la preocupación de la tía en paro, los caprichos del abuelo, el fracaso de todos.

Aunque hace tres meses de su muerte, con su nota en los medios Diego nace para nosotros. En las redes sociales brotan más notas, que solapan sus condolencias a las de David Bowie. Que si la culpa es de los profesores, de los niños malos, de internet... y lo único seguro es que, entre sus preciosas letras, faltaban muchas cosas.

Probablemente las mismas que faltan entre estas. Y más que siguen cayendo por la ventana de la cocina. Mirad a Lucho.


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