28 de febrero de 2015

Me

Me hablas de la alegría
y esa tarde la siento
en unos pasitos cortos
y sus nubes sonrojadas.

Que viste una gaviota
en esta ciudad sin mar
para, un ratito después,
encontrarme en su volar.

Sé que la luna existe
cuando se mira en tu espalda
y que otro mundo me espera
ansioso de tu mirada

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