28 de febrero de 2016

Negación

Como si no fuera lunes, salió a pasear por uno de esos pueblos con bonito casco histórico. Caminaba muy rápido pero intentando centrarse en los detalles. Un coche frente al castillo. Un señor mayor sentado sobre la piedra, observando en calma. Le resultó fácil imaginar a la persona que faltaba y se dio la razón pensando que, cuando das cariño, recibes cariño. A su paso, el Sol acariciaba al viejo castillo y creyó que sacar una foto le colocaría en un lugar más apacible. Pero sus manos temblorosas no dejaban quieto el móvil. Una mirada incómoda le hizo por fin sentirse identificado con alguien y accedió a seguir la indicación hacia la plaza, en busca de tranquilidad. De allí salía una pareja joven que se besaba sin reparo en medio de la calle. Separó la vista para fingir que no le había recordado nada y, en su huida, sus ojos encontraron una carnicería. Un enorme cuchillo partía en dos el cuerpo de un cordero y sus peores pensamientos tomaban otra vez su mente. La pierna separada del cuerpo como el lunes del calendario. Todos los días eran el día después de lo que había hecho con su jefe.